1-Elige el envase de vidrio que vas a utilizar y también las plantas. A la hora de elegir las plantas puedes escoger diferentes texturas y colores para que el resultado sea harmónico: cactus y suculentas, pequeños helechos, dracaena, musgo, etc. Consulta si las plantas son de sombra y si aguantan bien la humedad ya que estos factores se verán multiplicados. El bote de vidrio tiene que ser de boca ancha así te resultará mucho más fácil manipular las plantas.
2-Coloca en el fondo del terrario un poco de musgo y, sobre él, unas piedras. En los terrarios el agua no tiene salida y estas medidas te ayudarán a mantener el terrario seco.
3-Cubre el musgo y las piedras con una capa de carbón activado. El carbón activado se coloca para evitar malos olores y, además, ayuda en el drenaje.
4-Añade otra capa de musgo (esta es opcional) y después la tierra para macetas. Ahora llega el momento más importante que es el del diseño y pensar cómo vamos a realizar la composición de las distintas plantas. En este momento, podemos hacer una pequeña poda de las raíces para evitar
que las plantas crezcan tan rápido.
5-Haz un agujero en la tierra con una cuchara, coloca la planta y aplasta suavemente la tierra. De esta manera evitarás que se formen bolsas de aire. Trabaja siempre con guantes. Sobre todo cuando manipules el musgo ya que corres el riesgo de coger hongos.
Para cuidar el terrario debes regar las plantas periódicamente con un pulverizador evitando que la tierra se empape. El mayor riesgo que corren las plantas de terrario es morir ahogadas.
Commenti